Existen varios motivos por los cuales alguien puede sentir los síntomas de la gripe incluso después de haberse vacunado.
La gripe no es el único virus que produce síntomas respiratorios
La gripe no es el único virus que produce síntomas respiratorios ni que circula y se propaga durante el otoño e invierno. Por ello, una persona vacunada de gripe puede padecer una infección por otro virus diferente, como el rhinovirus (que se asocia al resfriado común) y que presenta síntomas parecidos. Está protegida frente a la gripe (dicha protección es importante) pero no frente a ese otro virus.

“La vacuna contra la gripe solo brinda protección contra la gripe y no contra otras enfermedades”
Han podido estar expuestas al virus de la gripe antes de vacunarse
También es posible haber estado expuesto a los virus de la gripe inmediatamente antes de haberse vacunado o durante las dos semanas posteriores a la vacunación, que es el periodo que el organismo necesita para desarrollar la protección inmunitaria. Esta exposición puede ocasionar que una persona contraiga la gripe antes de que la protección de la vacuna haga efecto.
Otras personas, a pesar de haberse vacunado, quizás han estado expuestas a un virus de la gripe muy diferente de los virus que contiene la vacuna.
El virus circulante no coincide con los incluidos en la vacuna
La capacidad de una vacuna contra la gripe para proteger a una persona depende, en gran medida, de la similitud o “coincidencia” entre los virus seleccionados para elaborar la vacuna y aquellos que circulan y causan enfermedades.
Cada año, la OMS selecciona las cepas que van incluidas en las vacunas debido a que los virus de la gripe tienen una capacidad elevada de sufrir cambios de una temporada a otra, así aseguran que la vacuna se ajuste a los virus que circulan.
Para seleccionar los virus gripales, el Programa de Vigilancia de la OMS, recoge y analiza los datos epidemiológicos y virológicos de los distintos países del mundo. Cuenta con 126 Centros Nacionales de la gripe que aíslan y analizan las muestras de los virus obtenidos de pacientes de sus países.
Estos centros envían muestras de los virus más prevalentes a cinco Centros Colaboradores de Referencia e Investigación sobre la influenza de la OMS y se reúnen dos veces al año (en febrero para el hemisferio sur y en septiembre para el hemisferio Norte) para comparan los datos obtenidos.
En base a estos datos, expertos líderes en el virus de la gripe, establecen la composición de la vacuna para la siguiente temporada, incluyendo las cepas que con más probabilidad van a circular.
Predecir un cambio o mutación en el virus que circulará tras las reuniones de febrero o septiembre es imposible.
En el caso que se produzca un cambio tras emitir las recomendaciones de las cepas que se incluirán en las vacunas, éstas no serán tan efectivas porque no contendrán la elección correcta de los antígenos para generar las defensas.
“Existen varios virus diferentes de la gripe que se propagan y causan enfermedades…”
La vacuna no es perfecta
La vacuna, aun siendo la mejor herramienta disponible en Salud Pública, no es perfecta. Se puede dar el caso de una persona correctamente vacunada de gripe que puede estar en el pequeño grupo de los que no desarrollan inmunidad, y por tanto pueden enfermar.
La vacuna contra la gripe puede variar en cuanto a la eficacia y algunas personas que se vacunan pueden enfermar igual. Las cepas para elaborar la vacuna se eligen 9-10 meses antes de la temporada para dar tiempo a su producción. En ese intervalo, el virus circulante puede mutar ligeramente, haciendo que la vacuna sea algo menos efectiva.
La eficacia de la vacuna varía de una persona a otra
La eficacia de la vacuna también varía de una persona a otra. En los adultos jóvenes la efectividad de la vacuna gripal oscila entre un 70 y 90%. En los ancianos y pacientes con enfermedades crónicas, la vacuna tiene un menor porcentaje de efectividad en reducir la enfermedad que en los jóvenes; sin embargo, tiene un efecto importante en la reducción de la gravedad de los síntomas y el riesgo de complicaciones graves y muerte.
Aunque no es una vacuna perfecta, es la forma más sencilla y segura de protegerte y proteger a quien te rodea durante la temporada de gripe, ya que la vacuna protege contra la enfermedad, la hospitalización y la muerte. Nos ayuda a mantenernos saludables. Si una persona contrae la gripe es menos probable que sea hospitalizada o muera a causa de las complicaciones que pueda causar la infección.
¿Conoces los síntomas de la gripe?
En esta imagen los encontrarás resumidos
Mª Ángeles Ruiz Vázquez. Farmacéutica Comunitaria.
Fuentes
CDC Selección de los virus para la vacuna contra la influenza estacional
CDC Conceptos erróneos acerca de la influenza estacional y las vacunas contra la influenza
SVGE Sistema de Vigilancia de la Gripe en España
Octubre 2019