Hace apenas dos semanas se viralizó un vídeo sobre una bebé de 8 meses que nació con una enfermedad llamada Ictiosis. Su piel se renueva a mucha velocidad, 10 veces más rápido de lo normal, por lo que se llena de escamas, que al secarse, se vuelven de diferentes colores, como la de los peces, de ahí el apodo de “niña sirena”.
Las sirenas, esas fascinantes criaturas mitológicas que han formado parte de leyendas de marineros, aparecido en cartas de navegación y en las que aún se creía a finales del Siglo XIX , ya fueron documentadas por Plinio el Viejo en el siglo I, quien escribió sobre avistamientos de un hombre pez en las costas de Cádiz. Yo hablaría de “sirenos”, como era conocido Francisco de la Vega en Liérganes. ¿Cual es el masculino de sirena?, ¿hablaríamos de tritones?, según la mitología griega, sí, pero prefiero “sireno”, verás…..
Francisco y María, dos habitantes de Liérganes, un pueblecito encantador del interior de Cantabria, tuvieron 4 hijos. Uno de ellos, Francisco de la Vega, se hizo famoso por su gran capacidad de inmersión, aguantaba mucho tiempo bajo el agua del río Miera, por lo que le llamaban “el sireno”. Cuando María enviudó, tuvo que enviar a Francisco a Bilbao para que aprendiera un oficio. Pero la tarde de San Juan de 1674, al irse a bañar a la ría con sus compañeros de taller, desapareció, se sumergió y…. supusieron que se había ahogado. Pasaron los años y en 1679, en Cádiz, unos marineros llevaban unos días avistando algo extraño. Les parecía un hombre que nadaba y se sumergía por grandes periodos de tiempo, así que, decidieron pescarlo. No fue fácil, pero al final capturaron a su preciado pez, un hombre pelirrojo, con piel escamada y uñas desgastadas por la salitre que sólo emitía sonidos guturales, decía: Liérganes. Gracias a esta palabra descubrieron que era aquel muchacho que desapareció en una tarde de San Juan en la otra punta de España.
Las crónicas desvelaban que Francisco de la Vega era un hombre alto, de 1,80 m de estatura, con pelo rojo, uñas desgastadas y eternamente descalzo, portador de un gran cinturón de escamas que le recorrían el cuerpo desde la nuez al estómago.
Los científicos se preguntaban si había alguna adaptación marina por permanecer tanto tiempo dentro del agua, si las escamas eran un mecanismo de adaptación a ese medio.
Gregorio Marañón, en su libro “Las ideas Biológicas del padre Feijoo” reflejó que “la mudez, tez blanca, pelo rojo, piel escamosa…, probablemente se debían a una enfermedad llamada “ictiosis”, y que la capacidad de sumergirse durante mucho tiempo era una consecuencia de la insuficiencia tiroidea que parece ligada a las personas que sufren ictiosis.
El personaje real, “el sireno”, existió, no era una criatura mitológica imaginaria.
Al igual que existió “el sireno”, y actualmente se está hablando de “la niña sirena”, hay otra enfermedad que llama la atención relacionada con este fantástico mundo del hombre o mujer mitad pez mitad humano, es la Sirenomelia o Síndrome de la Sirena. Se trata de una malformación congénita en la que las piernas están unidas y simulan la cola de una sirena.
¿Qué es la Ictiosis?
El nombre de Ictiosis deriva del griego icthys, que significa pez.
Es un grupo de enfermedades que se caracterizan por producir escamas visibles en toda o gran parte de la superficie de la piel, debido a un trastorno de la queratinización o cornificación . Pero, ¿qué es esto?. La piel se está renovando constantemente por un proceso de recambio continuo, en la que sus células maduran y van pasando de una capa a otra hasta llegar a la superficie, donde se produce de forma natural la descamación, que en condiciones normales no percibimos o apreciamos.
En ciertas enfermedades este proceso está alterado, ya sea porque hay demasiadas células que maduran a la vez o porque se vuelven perezosas. El recambio se produce a mayor velocidad y en la superficie se van acumulando las escamas. La piel se caracteriza por estar engrosada, ser escamosa, tener una función barrera o protectora disminuida y deshidratada.
Debido a esto, las personas que la padecen necesitan hasta 15 litros de cremas emolientes e hidratantes al mes.
Fuentes:
La “niña sirena” tiene una enfermedad que convierte su piel en escamas
Asociación española de Pediatría AEP Ictiosis